19 de agosto de 2010

Crítica: El Último Maestro del Aire (The Last Airbender; 2010)

CRÍTICA: EL ÚLTIMO MAESTRO DEL AIRE
(The Last Airbender; 2010)




El mundo está envuelto en las llamas de la guerra, y nadie tiene el poder para detener la inevitable destrucción… hasta ahora. Durante casi un siglo, la Nación del Fuego ha llevado a cabo su mortífera campaña para dominar a la del Aire, el Agua y la Tierra. Mientras los aldeanos intentan resistir en vano, siguen a los pocos elegidos que pueden controlar el elemento de su nación y hacer que obedezca sus órdenes. Sin embargo, los guerreros del Fuego, apoyados por enormes ejércitos y armas de destrucción masiva, ya han eliminado a todos los maestros del Aire del planeta, y ahora centran su atención sobre la Nación del Agua, acuartelada en su fortaleza norteña. Un día, la joven maestra del agua Katara está fuera practicando sus técnicas con su hermano Sokka cuando se encuentran con un joven llamado Aang. Pero, al hacerse patentes los poderes de Aang como maestro del Aire, Katara y Sokka se dan cuenta de que han encontrado algo más que al último maestro del Aire. Al ser el Avatar (el único que puede controlar a los cuatro elementos), el joven maestro del Aire es la única arma que puede repeler el ataque de la Nación del Fuego y restaurar finalmente el equilibrio del mundo desgarrado por la guerra.






Para empezar, la adaptación cinematográfica de la serie a la pantalla grande, es pésima. La serie fue excelente, ya que un poco después de estrenarse los primeros diez capítulos de la primera temporada, casi se convirtió en un fenómeno mundial. Al estrenarse la adaptación cinematográfica, fue la que más entradas vendió en su primer semana, pero muchos de los que estábamos en esa sala nos llevamos una terrible sorpresa...

Como dije, la adaptación cinematográfica es muy mala. Al comienzo, uno se siente muy bien, y la película cobra un ritmo 'aceptable', hasta ese momento. La introducción y el inicio están muy bien perfilados, pero a medida que la película avanza, se torna aburrida y 'cae pesada'.

Los efectos visuales están a cargo del argentino Pablo Helman, nominado más de una vez al Oscar y que colaborón el filmes ficticios de muy buena reputación, tales como 'Star Wars', y 'La Guerra de los Mundos', son excelentes, deslumbrantes, casi perfectos, y muy bien ambientados y realizados. Debo admitir que son increíbles, y los cuatro elementos (Aire, Agua, Tierra y Fuego) son una de las pocas cosas que está bien adaptada. Las vestimentas, maquinarias, templos, pueblos, naciones e incluso las tribus están fielmente presentadas en cuanto a la serie, otra de las pocas cosas que vamos a ver en un 90% fieles a la serie.

El cásting es patético y decepcionante. A lo sumo, zafan Aang (Noah Ringer) y Katara (Nicola Peltz), bastante bien interpretados, aunque no magníficos. Sokka, interpretado por Jackson Raithbone, quien se hizo mundialmente popular por Crepúsculo (encarnando a Jasper Hale), le deja un sentido nulo al personaje, ya que, en la serie, Sokka es el más gracioso y chistoso, y en 'El Último Maestro del Aire' no se vio nada de eso. En cuanto a las características japonesas, muy poco de ello se ve en la película. Los únicos que mantienen sus rasgos japoneses, son los de la Nación del Aire y de la Tierra también.


Aang (Noah Ringer): ¿furioso o concentrado?
Otro gran error de Paramount fue tratar de comprimir una serie de casi 500 minutos (todos los capítulos del Libro 1, en total, duran aproximadamente 480 minutos), a 100. La película pudo haber mostrado muchísimo más de sí, sabiendo que proviene de una serie con muy buena reputación, en vez de avanzar como podía, dejando aspectos importantes de la trama en el olvido.




Sin lugar a dudas, uno de los peores trabajos de Shyamalan, quien por ahora está designado a dirigir las segunda y tercera parte de la trilogía 'Avatar' (en realidad la serie se llamaba "Avatar", pero cuando Cameron utilizó el nombre para su película, Nickelodeon decidió quitarle ese nombre para no generar confusiones).

CALIFICACIÓN FINAL: 2/10

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