Crítica: Toy Story 3 (Toy Story 3; 2010)

CRÍTICA: TOY STORY 3

 (Toy Story 3; 2010)

En Toy Story 3, Andy se está preparando para ir a la Universidad, ya con 17 años, sin darle importancia alguna a sus antigüos juguetes, con los que jugaba de niño. A pesar de ésto, decide llevarse a Woody a la Universidad y dejar a los demás juguetes en el ático. Accidentalmente, los juguetes terminan todos en la basura, y, en vez de ser desechados, son donados a una guardería, en donde tendrán que acabar con "la mafia de juguetes" que impide que escapen del horrendo lugar, donde los niños más pequeños los maltratan, los escriben y dibujan y los golpean contra las paredes. Para lograr escaparse, Woody, Buzz, y la pandilla de juguetes más entrañable del mundo deben poner en marcha un plan para volver a su casa, sanos y salvos. Dirigida por Lee Unrick. Disponible en Disney Digital 3D, Real 3D y IMAX 3D. También disponible en 2D.











En Toy Story 3, tenemos en nuestras manos una historia dulce y encantadora, que trata sobre diversos temas importantes en la vida, como por ejemplo, la amistad, la sinceridad, el amor y la ternura, todo ello 'encerrado' en un argumento muy bien elaborado, siempre manteniendo la comedia (e incluso, a veces, la tristeza).

Una escena muy graciosa, poco antes del final.

Pixar siempre se especializó en argumentar obras con personajes muy entrañables -siempre los buenos y algunas veces también lo son los malos-, que puedan disfrutar y recordar tanto niños como adultos, y esta vez, volvió a hacerlo, con resultados sumamente eficientes.

En cuanto a la historia de Toy Story 3, siempre mantiene un ritmo perfecto, y además, siempre se encuentra condimentado con muchísima comedia, aunque a veces toque temas un poco tristes, tales como la pérdida de amigos o familiares importantes y el pasado de los propios juguetes, quienes recuerdan con frecuencia y nos hacen sentir tristes. Otro de los aspectos muy importantes de ésta película, es que emociona a grandes y chicos por igual. Por ejemplo, en el final, la sala estaba repleta de lágrimas (extraídas de los ojos de niños desde 4 años hasta adultos de 45).

Los personajes están muy bien argumentados y equilibrados, desde los buenos hasta los malos, siempre manteniendo un ritmo en la película a la perfección, atrapándonos, teniéndonos la hora y los cuarenta minutos que dura la película al borde del asiento, desde el primer corto (titulado "Noche y Día", que deja un mensaje hermoso antes de que comience la película) hasta el primer segundo de los créditos. Todo el tiempo la película mantiene la comedia, y en ciertos momentos la agudiza aún más, como por ejemplo, cuando aparece el mono con los platillos, o Buzz "versión romántica", hacen que riamos hasta que nos caigan lágrimas, y nos desopilemos en medio de la sala. Ése es un aspecto fundamental para una película buena (que se especialice en éstos géneros): que nos haga reír de principio a fin. En mi caso, no paré un sólo segundo de reírme, ni siquiera para respirar, ya que, todos los personajes son muy graciosos, algunos más que otros, pero, en fin, todos son graciosos.

Buzz y los juguetes tratando de convencer a Woody de que vaya con ellos a Sunnyside (la guardería), y que nada malo va a pasar allí.

Visualmente, la película es fantástica. Desde el principio, hasta el final, es excitante y espectacular, en las escenas de acción, de suspenso..., en el basurero, en la guardería, todo y todos son visualmente increíbles. La verdad que ésta vez, Pixar se puso las pilas (y de las buenas), y consiguió vendernos una comedia animada y sentimental excelente, no como Shrek 4, que, a diferencia de Toy Story 3, lo único que consiguió fue espantar al público con muy poco humor bizarro, enanos que engañan y una historia sumamente repetitiva.

Pixar trabajó excelente para ésta película. Con el argumento, con los personajes, con los chistes, con los momentos épicos, con los momentos tristes..., ¡con todo! Toy Story 3 es una montaña rusa de sentimientos, porque, por ejemplo, te pasás toda la peli muriéndote de risa, y cuando llega el final, uno se siente triste, casi destrozado al ver a los juguetitos a punto de morirse, y después, otra vez, en los créditos, te volvés a morir de la risa, y eso es muy bueno, que sepan combinar aspectos fundamentales de la vida, con comedia, con tristeza, y por sobre todo con realidad, es genial.

Una obra maestra, de la mano de Disney/Pixar. Obviamente, Toy Story es la merecedora por lo menos un premio de la Academia, y merecedora de unas cuantas nominaciones para el año 2011 (que seguramente las va a tener). ¡Felicitaciones, Pixar! Lograron recrear la mejor película de animación que probablemente el mundo haya visto.

CALIFICACIÓN FINAL: 10/10